5 dic 2014

Rositas

En una distancia de ocho días, los diecisiete, a una distancia de un mes, un dos mil quince. 
Seguramente soy una persona distinta a la que redactaba hace un par de años,y la razón es porque no recuerdo haber padecido algo tan terrible como mi adolescencia. Pero también es lo mejor que estoy viviendo.  Tantas personas se fueron éste año, y tantas otras llegaron que son muchas para nombrar. Me gustaría conservarlas a todas, pero es algo muy relativo, y difícil de conseguir. Todos cambiamos, y los caminos ya no coinciden. Gracias por irte, y gracias por llegar, como sea, sos tan parte de mí como antes.  Y por si necesitas saber algo de mí, sigo sin compartir las despedidas, pero no deja de gustarme las bienvenidas,  sigue gustándome tener la razón, (sería raro conocer a un argentino que no le guste, así que dudo que vos hayas cambiado ésto también), aprendí a cocinar, a prender el lavarropas, a no quemarme con una ornalla y un encendedor. No soy más tolerante que antes, digamos que, es igual. AH, hoy hice mate, no lo escupí, quiero que lo sepas, porque siempre te dije que odiaba el mate, ahora creo que si soy parte de la familia. Mamá está bien. Y Lucía también. Todos lo estamos. 
Sin embargo estuve más irritada que de costumbre, lloré más que nunca, y sentí que el mundo se me terminaba más de una vez. Así de dramática sigo estando. Pero realmente lo sentí así, me tiraba a una almohada, miraba veinticinco veces el techo, después me daba vuelta y buscaba mil opciones suicidas, entonces después aparecía mi mamá, y su voz me irritaba tanto que me sacaba de foco, respiraba hondo, contaba hasta mil, me paraba y cumplía sus ordenes. Siempre fue igual. 
De más está decir que fue el peor año con mi mamá, no sé si porque yo estuve más rebelde que el año pasado, o porque ella se estresó más que de costumbre. y bueno no tiene paciencia, como yo. No pueden culparme, ella lo fomenta. 
No crecí, en absoluto. 
Mi perra encabeza la lista de las cosas buenas de éste año. No sé si tuve tantas, pero ella es la mejor de las que puedo recordar. Quiero decirte que volví a escuchar música que ni te imaginarías. Volvi a estar de buen humor. Tuve lapsos emocionales profundos, todavía estoy en uno, y es por ello que escribo, si no existieran dudo tener ánimo de apretar una tecla más. 
Hoy voy a respirar

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